viernes, 1 de octubre de 2010

A veces creía saber a donde iba, creía entender lo que pasaba a mi alrededor.
Pero nunca me percate de que mi destino estaba escrito y sellado. Aquellas palabras que dijo esa mujer me marcarían por siempre, -el ultimo día de otoño ere mi limite pera decidir-.
-¿Decidir qué?- pregunte algo confundida. La Gitana me guiño un Ojo – a su tiempo- su voz sonaba como en un sueño. Camino hacia el atardecer de regreso a su puesto y a su paso se escuchaba unos cascabeles, se giro a verme y dijo – Presta más atención y veras las señales-
Al pasar los días se me olvido la existencia de aquella Gitana.
Nunca vi las señales, tal vez por lo distraída que soy, pero ahora …..

No hay comentarios: